Ha pasado una década desde aquella templada tarde que dije adiós a ciertos amigos en México, una decisión que no me arrepiento haber tomado, pero si que tomaría en consideración mis actos y las consecuencias. Sin embargo, yo creo que todo pasa por una razón, y hoy que puedo ver el resultado, yo les debo una explicación a todos ustedes; es por eso que les dedico esta nota.
No voy a gastar tiempo en detalles que ahora no valen la pena recordar, ya sea por mi edad o por peras o manzanas, o porque pensé que ya no tenia yo un motivo para quedarme en el pueblo, decidí tomar la oferta que mi abuelita me dio, y que me brinco la frontera para el Norte, a juntar los dolares, a vivir el dichoso sueno Americano. Pero que va! Que me toca la de perder. En resumen, esta de la chingada por acá, igual que lo es por allá; la diferencia para mi fue que ya no había marcha atrás. Si ustedes me conocen bien, yo fui criado por mi abuelita, y pues siendo ella una ancianita, yo tuve que morderme los huevos y aguantar lo que este país me daba -lo cual no era mucho.
Todo lo que he vivido aquí me ha dado una lección que hoy tomo mucho en cuenta para cualquier cosa que tengo que hacer, pues no importa que pequeño arranque, siempre viene con su pago, bueno o malo. Y el escarmiento de esta aventura ha sido muy grande.
Cuando empece a trabajar, supe que no haría nada sin Ingles, así que con el apoyo de mi madre, que me meto a la escuela para terminar la Preparatoria. Durante esos cinco anos de escuela, si hice cinco buenos amigos que mantengo a la actualidad, son muchos. La cultura aquí es tan diferente, obviamente, que fue un tanto difícil adaptarme, pero una vez que logre ese objetivo, tome muy malas decisiones. Yo se que cuando somos jóvenes nos creemos capaz de dominar al mundo; la triste verdad es que el mundo es nuestro amo, y nosotros sus esclavos. No argumento. Simplemente así es.
Poco a poco empece a contactar a todos ustedes que ahora leen esto, por medio de Facebook, y me alegra saber de sus vidas ahora; han pasado tantas cosas en la mía también y quiero compartirlas con ustedes. Por ejemplo, y quizá el proposito mas grande de esta nota es el decirles (o mas bien, confirmarles) que soy gay. Esto no es nuevo, ni para mi ni para ustedes; es una característica que todos sabíamos pero que no decíamos -o al menos no enfrente de mi, jaja
Tengo una pareja, se llama Mitch, y hemos estado juntos por un ano y seis meses. Pueden ver fotos de el en mi Facebook, o en esta pagina, al lado de esta nota. Mi familia me apoya en todo lo que decidido, y no podría yo ser mas feliz. Mi razón de confesarles esta parte de mi vida es porque quiero darles el mensaje que no importa lo que nos suceda, siempre habrá una solución, solamente no te rindas, porque todo saldrá bien, y tendrás un final feliz. Y la vida sigue adelante. Te traerá risas y lagrimas, con el paso del tiempo, pero es parte del contrato cuando nacemos. Nos tenemos uno al otro, y esto es mi segundo mensaje: cuenten conmigo, pues en lo que pueda yo ayudar, aqui estaré.
Ahora espero en el momento en que pueda regresar a mi Mexico querido, con papeles o sin papeles, en el 2016 por alla llegare. Quiero ver a todos, conocer a su nueva familia que han formado. Quiero caminar por las calles que no he visto en un buen tiempo. Quiero recordar buenas memorias que tenemos. Quiero comer nuestra comida autentica. Quiero ver a la poca familia que me queda allá. Quiero visitar la catedral. Quiero visitar la tumba de mi querida abuelita. Algún día. No perdamos la fe, y continuemos esforzándonos por lo mejor.
Con afecto, abrazos. Y los veo pronto.